Luego de tres meses de análisis técnico sobre la iniciativa de convertir a Cali en Distrito Especial, los habitantes del corregimiento de La Buitrera rechazamos la propuesta formulada por Planeación Municipal que en vez de mejorar la situación, la puede empeorar. Aunque el propósito de convertir a Cali en Distrito Especial tiene de bueno que incentiva la participación popular y acerca la administración municipal a los ciudadanos, la realidad es que con sus artículos, como están redactados, pasa lo contrario. Las localidades tendrían alcalde local y ediles pagos y ese es un costo adicional al que ya se asume con el Concejo para un municipio con dificultades presupuestales. Si los corregimientos ya existen como localidades para qué hay que inventarse otras. El hecho de crear una mega localidad, unificando las que existen, puede tener el efecto de reducir la participación popular y alejar al ciudadano de sus ediles.

En La Buitrera, somos los propios habitantes los que estamos administrando el territorio porque el gobierno municipal no llega hasta aquí. Como comunidad nos organizamos para resolver nuestras necesidades de acueducto, vías, medioambiente, abastecimiento y así han funcionado durante muchos años. Se necesita mejorar la administración del territorio porque lo que hay es el caos, ya han involucrado el corregimiento con la zona urbana. Nunca hubo una planeación y administración. No ha existido. Han construido enormes colegios aquí, lo cual es bueno, pero tienen que verificar que haya carretera que llegue aquí; agua de calidad para los muchachos; electricidad para funcionar y nada de eso hay. Eso es un caos citadino que nos llegó a la zona rural, atraídos por la naturaleza.

Los habitantes de La Buitrera reconocemos que hay que convivir con la expansión urbana, pero debe hacerse de forma organizada. La Ley 1617 (de Distrito para Cali) no es adecuada y la Administración está pensando en solicitar algunas modificaciones a ella. En corregimientos de 10.000 habitantes la Administración escoge el corregidor, pero si pasamos a una localidad con 100.000 habitantes, desde La Elvira a El Hormiguero, es la gente la que va a tener que escoger un corregidor con conocimiento de causa. Son detalles que no cuadran y lo que queremos es trabajar con Planeación Municipal esos detalles.

Hay algunas incoherencias que deben ser aclaradas desde el CAM, como por ejemplo que, si bien el presupuesto total de la Alcaldía -ingresos corrientes, entre recaudos y situado fiscal- es superior a 4 billones de pesos al año. La Ley 1617, en su artículo 64 señala que “no menos del 10 % de los ingresos corrientes del presupuesto de la Administración central del Distrito se asignará a las localidades”. Sin embargo, Planeación considera como presupuesto-base $1,1 billón que son los “ingresos de libre destinación” (no los corrientes) del cual 10 % financiaría las localidades luego de descontar el servicio de la deuda y menos presupuesto participativo. Al final solo $41.000 millones quedarán para localidades, lo que representa 16.500 pesos por habitante por año y el 1 % del presupuesto de la Alcaldía de Cali.

Estas equivocaciones solo se pueden remediar si la Alcaldía de Cali realiza un proceso de descentralización, permitiendo mayor autonomía a los corregimientos. Para dar legitimidad al proceso decidimos socializar la investigación y sus conclusiones en las cuatro veredas de La Buitrera convocando a Asamblea General. Allí se expusieron cuatro propuestas con el propósito de concretar la más viable para ser presentada ante la alcaldía. De estas opciones, con un 34,5 %, la escogida por la comunidad fue la creación de nuestra propia localidad rural conformada por las veredas de Pueblo Nuevo, El Plan, El Rosario y El Otoño que, aunque pequeña, puede llegar a ser ejemplo de modelo de descentralización, con normas adaptadas al territorio, proporcionando Centros de Atención Local Integrados, Unidad Técnica, Curaduría rural, etc.

La segunda opción más seleccionada fue la de volvernos municipio independiente.